Ocho autores internacionales demuestran que la ciencia ficción no ha perdido su garra ni su capacidad especulativa, y que es la narrativa que más y mejor trata de las preocupaciones, desafíos y problemas que afectan a nuestra sociedad actual. Desde la extrapolación y la metáfora del futuro, analizan y diseccionan una realidad en continuo cambio.
El zoo de papel, de Ken Liu (premios Hugo, Nebula y World Fantasy 2012 de relato corto): la importancia de las raíces frente a la sociedad globalizada.
Deirdre, de Lola Robles: un futuro donde la robótica permite crear compañeros sentimentales a medida.
Recuerdos de un país zombi, de Erick J. Mota: una sociedad estancada que transforma a sus ciudadanos en muertos vivientes.
Enciende una vela solitaria, de Víctor Conde: una profunda crítica a las redes sociales.
Cuerpos, de Juanfran Jiménez: en una Europa seudodemocrática y globalizada, los ricos tienen una nueva opción de turismo sexual consistente en el intercambio de mentes.
Un día sin papá, de Ian Watson: una madre de familia debe responsabilizarse, además, de la personalidad digitalizada de su padre.
Memoria, de Teresa P. Mira de Echeverría: el planeta Marte de un futuro relativamente cercano, radical y arriesgado en lo tocante a relaciones personales y roles sexuales.
El ciclo de vida de los objetos de software, de Ted Chiang (premios Hugo y Locus 2011 de novela corta): la evolución de dos inteligencias artificiales que viven en un entorno digital y sus complejas relaciones con los humanos.