Segunda entrega de la trilogía del Valle del Viento Helado que, a diferencia de la primera, no necesita introducir personajes y descripciones de lugares, por lo que la acción y las aventuras no se hacen esperar y ya en el primer capítulo encontramos uno de los enfrentamientos de primer nivel de la novela.
Sin embargo, a medida que avanza el relato y a pesar de las excelentes descripciones, por momentos algunas partes se hacen bastante lentas y el interés decae un poco. Creo que influye el hilo conductor que, en este caso, es bastante más básico: encontrar la ciudad natal de Bruenor, el enano, por lo que toda la trama gira en torno al viaje de este grupo de amigos y los obstáculos que deben enfrentar.
De todas maneras, estamos frente a una novela del género fantástico correctísima, emocionante y en que el autor deja muy patente su calidad narrativa (destaco el paso por los Páramos Eternos, realmente angustiante). Buen final, aunque llegamos a él con pérdidas importantes y abierto a la tercera y última entrega.
Por supuesto, también destaca mi personaje favorito, Drizzt Do'Urden, el elfo oscuro.
hace 8 años
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