Pasaporte sentimental lleva al lector a las cuatro esquinas del mundo, en una suerte de colección de postales, recuerdos, sensaciones y momentos imperecederos donde lo vivido está llamado a fundirse necesariamente con lo leído, y lo leído con lo vivido. De una ciudad a otra, de un recuerdo a otro. Del silencio atronador de la noche africana a Tórshavn, cuyo puerto rinde homenaje a Thor, dios del trueno; del sillón de Hemingway a la nota reverberante del erhu chino. Las memorias se suceden en un perfecto compendio de pequeños placeres y momentos maravillosos que trasportarán al lector alrededor del mundo.