En “Pandemia”, Franck Thilliez nos sumerge en una novela aterradora. No tanto por los personajes sin alma que habitan entre sus páginas, sino por la posibilidad de que lo narrado se convierta pronto en realidad.
Amandine Guérin, una investigadora del Institut Pasteur, es la encargada de investigar la causa de la muerte de tres cisnes en el norte de Francia que parece deberse a una enfermedad desconocida. Sus análisis la llevarán a colaborar con Sharko y Lucie para hacer frente a la extraña epidemia que se está extendiendo, y parece estar relacionada con el caso de tráfico de órganos que investigaron hace algún tiempo.
Este libro es la continuación de “Latidos” y supone el final de la bilogía protagonizada por el llamado Hombre de negro; personaje sobre el que os animo a investigar una vez que sepáis su identidad, porque está basado en un personaje real.
El autor nos obliga a preguntarnos cosas, ahora que el terrorismo se ha instalado en nuestra sociedad. Y no me refiero únicamente a los atentados por fanatismo religioso de una u otra índole sino también a los ataques terroristas por supremacía racial, entre otros.
También nos habla de un peligro creciente: Darknet, una red que permite a criminales de todo pelaje actuar con total impunidad y prácticamente sin dejar rastro. Por no hablar del caldo de cultivo que supone que meros observadores decidan cruzar la delgada línea que separa el bien y el mal y hacer realidad sus fantasías más oscuras.
Sharko es mi detective favorito; un hombre que ha resurgido de sus cenizas más de una vez para luchar contra el crimen. Se pregunta, pese a todo, y cada vez con más frecuencia, si esa carrera sin fin tiene alguna razón de ser, pues por cada criminal que detiene, surgen otros peores.
hace 6 años
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