“Orgullo y prejuicio” es lo primero que leo de la autora. Limitarse a catalogar la novela de romántica sería quedarse en el camino. La historia nos introduce en la existencia de los Bennet, un matrimonio con cinco hijas, en edad casadera o próxima, y recrea el modo de vida de las familias acomodadas en la Inglaterra del siglo XVIII. En este escenario cotidiano y familiar, la autora traza de una manera crítica y mordaz las convenciones sociales regidas en relación al matrimonio y la posición de las mujeres, en unas familias que vivían sobre todo con la preocupación de mantener su estatus, el honor y el decoro, bajo las apariencias y frivolidades propias de su condición, sin atender a los verdaderos sentimientos. El estilo de Austen es irónico, preciso y rico en los diálogos, donde los personajes, perfectamente definidos en sus acciones y pensamientos íntimos, se ven conducidos, en ocasiones, a mostrar su carácter al extremo, incluso son expuestos al ridículo. En el mismo sentido es de señalar que el comportamiento de alguno de ellos es exagerado, como en la Sra. Bennet, de escasa inteligencia, corta de miras y tendiente a sufrir de los nervios, seguramente para remarcar la hipocresía y “pobreza” de esa forma de vida. El lado opuesto lo ocupan Jane y Elizabeth Bennet, las hijas mayores, racionales, sensibles, dulces y de las que destaca su complicidad.
Me ha gustado y también me ha decepcionado, pues la narración se centra más que nada en la búsqueda de matrimonio, un tema que no me atrae demasiado. Además, aunque reconozco que la obra de Austen tuviera su valor en la época que fue escrita, se echa de menos más peso del contexto social. Igualmente influye el hecho de que el carácter de algunos personajes me ha resultado cargante y la trama es de cocción lenta.
hace 11 años
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