Es uno de los libros que más me ha costado terminar de los últimos que recuerde.Esto no quiere decir que no me haya gustado, la historia es bonita, y de vez en cuando se agradece leer un libro así, con una historia que termina bien, el problema ha sido que el estilo tan particular de esta autora, que ha venido a llamar idealismo mágico, por momentos me ha resultado demasiado empalagoso, y me ha hecho tener que leerlo poco a poco,para no terminar empachada, porque por momentos, mientras leía, me salían las sonatas y el piano por las orejas...En definitiva, no me parece un mal libro, pero con un poco menos de almíbar, resultaría mucho mejor.
hace 8 años
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