El autor de este libro es una leyenda viva: un híbrido perfecto entre Henry David Thoreau y John Rambo. No exageramos: Doug Peacock es un magnífico naturalista, pero también fue Boina Verde en Vietnam. Y a su regreso, como a tantos veteranos, le fue imposible reinsertarse cabalmente en la sociedad civil. Entonces inició un vertiginoso viaje de huida de los hombres y de acercamiento a lo más salvaje que encontró: los osos grizzly. Sólo entre estos animales, los mayores depredadores del continente americano, era capaz de sentirse vivo. Este libro es el apasionante relato de sus años junto a los grizzlies en los lugares más remotos de Estados Unidos. Años en los que fue dejando atrás el alcohol, las armas y las terroríficas pesadillas sobre la guerra para convertirse en una referencia del activismo ecologista y en uno de los hombres que más sabe de osos en el mundo. Al fin y al cabo, nadie ha convivido tanto tiempo con estos animales, siempre en soledad, con el máximo respeto y una curiosidad inagotable. Y, por lo tanto, nadie ha narrado tan bien como Peacock la belleza y el riesgo absolutos de esa vida compartida en plena naturaleza salvaje. Tampoco nadie ha luchado tanto por su preservación: a veces impartiendo conferencias y a veces realizando auténticas operaciones de sabotaje. El libro, por tanto, parece una novela de aventuras, pero todo lo que se cuenta es real; y sin duda es un apasionado manifiesto naturalista: una defensa de la vida como algo indómito, para los osos y para los seres humanos. Unas verdaderas memorias salvajes y un libro adictivo.