La premisa es original, el desarrollo no tanto. La novela (cortita) tiene un ramalazo ciertamente divertido y le ofrece al lector dos opciones, quedarse en la simple sonrisa y pasar de largo o bien arrugar el entrecejo y poner cara de pensar en algunos de los dilemas que se le presentan al protagonista. Uno de esos libros que están bien para ser leídos, aunque sólo una vez.
hace 1 año