La premisa es original, el desarrollo no tanto. La novela (cortita) tiene un ramalazo ciertamente divertido y le ofrece al lector dos opciones, quedarse en la simple sonrisa y pasar de largo o bien arrugar el entrecejo y poner cara de pensar en algunos de los dilemas que se le presentan al protagonista. Uno de esos libros que están bien para ser leídos, aunque sólo una vez.
hace 11 meses