Flojita, flojita. Da la impresión de que los Goncourt son concedidos por sorteo. La trama se orienta a la épica (búsqueda de un barco naufragado en el Ártico) pero el desarrollo y su resolución son de un simplismo inaudito. La historia del supuesto estafador es que no resiste ni la lectura de un niño. Pues sí, "me voy" de la literatura de Echenoz...
hace 7 años