Con sabiduría les enseña, entre otras cosas, que desde el amor divino se puede llegar al amor humano, o que viceversa, desde el amor a una mujer, o a un hombre, se puede llegar a experimentar intensamente el amor a lo divino. O que la mística no está tan alejada de la sensualidad, como muchos se empeñaban –y aún sigue n empeñándose– en hacernos creer. Mahabbat lleva de la mano al lector por los profundos entresijos de La ciencia del amor a través de bellísimos relatos, que le permitirán adentrarse con facilidad por la compleja sabiduría del amor humano y espiritual. Mahabbat es un hermoso tratado del amor, inmerso en un relato de ficción histórica que ofrece ideas e imágenes de una profunda belleza. Y ningún lugar más adecuado para su ambientación que Medina Azahara, una ciudad que, como las más vistosas flores, tuvo una vida efímera, antes de que el estío de la violencia arrasara con todo su esplendor. Medina Azahara fue la ciudad más cosmopolita del occidente europeo, y las sabidurías procedentes de todos los credos y geografías se discutieron entre sus muros, lo que levantó con frecuencia las iras de los alfaquíes más ortodoxos.