¿Qué es la muerte? ¿Dónde han ido mis padres, mi hermana y mis amigos? «Está bien que preguntes y llores, Pequeño Dedo, los guerreros también lloran y pintan su cara para el combate de la vida con sus propias lágrimas». Éstas son algunas de las preguntas que Pequeño Dedo, el único niño superviviente a la deportación masiva de la nación cheroqui, plantea al anciano Águila Blanca. Mientras que el atroz genocidio perpetrado por el ejército de Estados Unidos aún queda sin respuesta, las dudas de Pequeño Dedo poco a poco se van disipando en la poesía y melancolía de este conmovedor relato. Una vez más la ternura de la prosa de Grian es capaz de transmitir de forma sencilla y serena un mensaje de gran envergadura existencial: «las lágrimas mueren cuando el río vierte sus aguas en el Océano así como vida y muerte se dan una a otra lo que les falta por sí solas... y juntas forman la Vida». El sendero de las lágrimas es un libro que quiere hacer accesible la realidad de la muerte a los niños, un tema tabú en la cultura occidental, al mismo tiempo que describe la riqueza y profundidad de las culturas nativas americanas.