Luis XV, en sus años mozos, fue para su pueblo "el bien-amado". Jean Plaidy no se limita a trazar un cuadro de los primeros años del reinado, sino que nos presenta a Francia en los albores de lo que será su hora de mayor dramaticidad: la revolución. Luis tenía apenas cinco años de edad cuando sucedió a Luis XIV, el rey sol. Como era inevitable se entabló una aguda lucha por el poder en torno del joven soberano. Al mismo tiempo Luis sintió, en lo más intimo de su ser, una abrumadora necesidad de mujeres. Los primeros años de su vida fueron dominados por las hermanas Nesle: madame de Mailly, madame de Vintimille y madame de Chateauroux. Cuando aún el rey estaba dominado por los encantos de madame de Chateauroux, aparece en el horizonte la más celebre de las amantes reales: madame de Pompadour. Es también una época de gran brillo: el barroco se sensualiza en el rococó, los políticos se destacan más por su ingenio que por su talento y la influencia de la mujer se hace sentir fuertemente en todos los órdenes, desde el poder, hasta las artes y las letras.