Más que una historia de hermanos es una oda languida al desencanto. El personaje principipal es un ser flojo e inadaptado que se ve incapaz de integrarse en la sociedad. Todos los trabajos en los que se involucra le duran menos que un suspiro, ya que tiene una arraigada propensión a la dejadez, a la rebeldía y al hastío. Angustias vitales que le impiden encontrar verdaderamente su camino y su lugar. La vida campestre y contemplativa será un burdo bálsamo con el que se intentará engañar. Todo es inútil, todo es mentira, todo es vagancia e insustancial. Deprimencia, autodestrucción, pasotismo y soledad. Muchos de los males del hombre contemporáneo actual.
hace 8 años