Los ya míticos acontecimientos del Mayo francés de 1968 también tuvieron un importante eco en España, sobre todo en Madrid, y especialmente en sus medios universitarios. En tales medios J. J. Armas Marcelo inicia Los dioses de sí mismos, novela que es al mismo tiempo una logradísima obra de arte literario y una rememoración meditativa, vivaz e incluso combativa, sobre la vida social y política española del último cuarto del siglo XX. Un grupo de estudiantes, ya al final de sus carreras, juegan fuerte en la lucha contra el franquismo, y lo hacen desde radicales posiciones de izquierdas. Su acción, entusiasta y peligrosa, corre pareja con la actividad menos agitada y más calculada, propia de políticos en la semiclandestinidad. Los hechos, que se sucederán con auténtica aceleración histórica a partir del asesinato de Carrero Blanco, irán modificando las vidas, el pensamiento político y las apetencias sociales de unos «dioses de sí mismos» que, por lo menos en parte, vienen a ser el símbolo de españoles comprometidos con determinadas ideologías que a unos les habrán perjudicado y a otros les habrán llevado a un poder ni fácil de ejercer ni exento de contradicciones.