Una historia que puede resultar un tanto retorcida (especialmente el final, que, sin querer desvelar, puede parecer un tanto forzado), pero que se lee con interés, y, sobre todo, maneja la intriga en todo momento. La historia se cuenta principalmente a través del intercambio de diarios y mensajes: el doctor March tiene cuatro hijos gemelos adolescentes, y a su servicio entra una criada que descubre casualmente el diario de uno de los chicos (aunque en ningún momento se identifica), en el que este confiesa haber cometido terribles asesinatos. Un día descubre con horror que le ha dejado un mensaje personal: a partir de ahí, la novela va ganando en suspense y tensión, al establecerse un conflicto desigual de fuerzas entre el chico y la criada. Con una atmósfera opresiva, la novela consigue engancharte hasta el final.