Poca cosa queda por decir cuando la palabra se hace excelsa y la literatura se transforma en arte. Virginia Woolf fue toda una revolucionaria. Una renovadora exhausta de los usos y de las formas de la nueva narrativa contemporánea. En "Los años" vuelve a recurrir a uno de sus principales temas argumentales: La dura condición de ser mujer y el paso inexorable del tiempo; ese hipócrita asesino que nos desmorona y nos deja sin un sólo hálito de respiro. La complejidad de su estilo enmarañado y neblinoso provoca una gran genuinidad que ensalza lo cotidiano y engrandece lo intrascendente.
hace 7 años