Para un polígamo como Baba Segi, la acumulación de mujeres e hijos son el símbolo de la prosperidad, del éxito y de su virilidad. Hace dos años que se ha casado con Bolanle, inteligente, instruida y veinte años más joven que él. Su llegada al hogar despierta el odio de las otras tres esposas. Bolanle comprende enseguida que para hacerse respetar está obligada a ser madre. Pero pasan los meses y no se queda embarazada. Esta situación amenaza con dar un giro a la estabilidad familiar, pues, sin saberlo, desvelará un secreto que las demás mujeres quieren ocultar a toda costa.