La novela es bastante buena en general. Pese a tener casi ochocientas páginas, su estilo es claro y directo y no se hace pesada en ningún momento. Al contrario, conforme vas pasando las páginas la intriga va en aumento. Por otra parte, cabe destacar que no es una novela negra al uso a mi juicio, ya que, aunque el conflicto central sea averiguar quién cometió un asesinato, el autor nos deja preciosas reflexiones en torno a la literatura y a la personalidad humana. Ello se muestra en personajes muy cambiantes que, a diferencia de otras novelas del mismo estilo, no son tan arquetípicos. Finalmente, es preciso señalar que aquel que busque una obra maestra de la literatura no la encontrará en "La verdad sobre el caso Harry Quebert", si bien ésta posee una mayor calidad literaria que el noventa por ciento de los best-sellers.
hace 5 años