Joël Dicker ha conseguido escribir una novela apta para niños, jóvenes y adultos. Es fresca, divertida y con interesantes reflexiones sobre la democracia, la familia, la inclusión desde el punto de vista de unos niños muy especiales. Me ha encantado.

Un cuento que da que pensar,se lee rápido , me ha gustado, lo recomiendo

Ni fu, ni fa. Parece un libro infantil. Corto y pueril. Nada que ver con otras obras del autor. Me recuerda a los del "Pequeño Nicolás".

Corto, dinámico y divertido. Bonito, para compartir con los peques y abordar unos cuantos temas y relatos que encuentro interesantes.

Un libro muy divertido y totalmente diferente a lo que nos tiene acostumbrados Joël Dicker. Una historia también para reflexionar. Se lee rápido tanto por su extensión como por el ritmo de la historia. Muy recomendable.

A partir de una visita que sale mal al zoológico una niña especial empieza a narrarle a sus padres las peripecias de sus compañeros que desencadenan la "tragedia". Novela negra convertida en un cuento largo que puede ser leído a toda edad. Dicker no decepciona.

Lectura ligera y llena de humor. Genial para pasar un rato agradable. Me ha gustado mucho la reflexión que hace al final el autor.

Libro divertido, original y para todas las edades con mucho mensaje.

Una lectura ligera, sin grandes giros ni personajes profundos, pero muy bien escrita y, sobre todo, muy divertida. Perfecta para desconectar y pasar un buen rato.

Solo he leído " La verdad sobre el caso Quebert " ,no se muy bien pq , imagino q mi excaso interés en el género negro es la razón https://es.m.wikipedia.org/wiki/Jo%C3%ABl_Dicker Terminada! En el epílogo Quebert dice q ha escrito un libro para leer desde los 7 a los 100 años y eso es lo q es. Una lectura fácil, corta , enternecedora , para leer en familia! Una historia con intriga, humor , amistad y hasta amor . Cdo mis hijos eran pequeños cada noche les leía un capítulo de un libro , no querían los cuentos típicos infantiles sino libros de mayores. Este habría sido perfecto.

Libro bonito para leer nada pretencioso pero muy por debajo de lo que escribe habitualmente, aunque como decía, no lo pretende

Extraordinaria lección de que es la democracia; debiera ser de obligada lectura para jóvenes y mayores). Y, como siempre, la escritura de Jöel Dicker magnífica, sazonada en esta ocasión con unas gotas de humor irresistibles..

Un libro diferente, se da un aire a “Curioso incidente de un perro a medianoche”. Creo que está bien narrado y que la historia es entretenida.

Es lo primero que leo del autor y la verdad es que me ha encantado. Lo he leído en dos sentadas y me he reído lo más grande. La narrativa es bastante simple, directa y clara. Lo recomiendo un montón!

Me ha encantado, me lo he leido en apenas un dia, y me ha hecho reir muchísimo. Joel Dicker no decepciona y sigue siendo un maestro de la novela negra. Se lee rápidamente y los diálogos mantienen la dinamicidad del relato. A recomendar para este verano sin duda!

Entretenido, pero demasiado infantil.

Me ha encantado. No esperaba este estilo por parte del escritor. Aplastante la lógica de los niños. Lo recomiendo.

increible, me ha encantado, como lo he disfrutado

Por fin, un libro de este escritor que me gusta. Se lee en un día porque no puedes parar de leer. Un libro tierno y muy divertido. Para leer con tus hijos si aún son pequeños. Hasta la reflexión del autor es totalmente acertada.

Una faceta sorprendente e inesperada de este autor suizo, que casi siempre borda lo que escribe, en este caso una corta novela divertida, que parece infantil, pero trata muchos temas importantes que, aunque parezcan infantiles y más de personitas especiales, muestran nuestra sociedad por el derecho y por el revés. Estos temas son el rol de los padres con los hijos, la relaciones entre los padres en los colegios, la educación inclusiva, el profesorado, la democracia, hasta los pasos de peatones… La lógica infantil esta muy bien plasmada y muchas veces deja a los adultos sin saber qué contestar. Me ha gustado y he sacado mi moraleja particular y provechosa. Estoy muy de acuerdo con las reflexiones de Joel Dicker en el Prólogo.