Una tarde de diciembre, a la luz cambiante del ocaso, un escritor, sentado a su mesa de trabajo, decide dar un paseo por el mundo, deambular por patios, plazas y callejuelas, perderse por arrabales y volver a su casa amparado ya en la oscuridad. En el camino quedará una doble huella: la de la mirada hacia lo exterior y la de la duda que contempla lo que está dentro de sí. Pero todo será visto como si fuera la primera vez, como si al cerrar los ojos la realidad apareciera en su verdad más pura.