Carlos Cardeñosa es un escritor que en el pasado tuvo cierto éxito, pero que ya no puede escribir. Tiene ideas para una novela que le parecen muy buenas, pero no puede materializarlas. Para conseguirlo contrata a un «negro» que, siguiendo sus ideas, le escribirá furtivamente la novela. Y esta comienza: un hombre mayor conoce a una hermosa mujer en el restaurante de un tren, un escritor le comunica a su desconsolado editor y ex amante que su próxima novela no se la editará él, un novelista se instala en Brasil para terminar la obra que estamos leyendo y un agobiado Cardeñosa recibe en su casa a todos los personajes inacabados de la novela. En esta novela del ganador del Nadal en 1997 Carlos Cañeque, que es un viaje a la metaficción, los personajes conocen a sus creadores. Como en la sociedad real en que vivimos —en la que ser distintos a lo que somos se convierte casi en una obsesión: cambiar de coche, de casa, de valores, tener más grandes los pechos, operarnos la nariz…— los caracteres les piden a los autores que les hagan cambios mediante adjetivos, descripciones, diálogos y que, sobre todo, los acaben, ya que, si los creadores abandonan sus textos, los personajes, indefectiblemente, morirán.