La protagonista de esta novela nos habla en primera persona. Es una mujer de treinta y tres años, de la que no conocemos su nombre. Aunque curiosamente, sí conocemos el de su amiga, que se llama igual que la autora. Es una novela de carretera, la mujer, recién separada de su marido, viaja por Islandia, y lo hace acompañada por el hijo de su amiga, sordomudo. Descubrimos paisajes peculiares de la isla y a la vez también se trata de un viaje interior en el que la mujer recuerda su vida, por medio de flash backs y recuerdos. Hay momentos en los que no entiendes, pero a medida que avanza la lectura vas comprendiendo y se desvelan algunos misterios. Es una lectura muy rica en matices. Y es que, como el título, “La mujer es una isla”, es como Islandia, circular y misteriosa. Su lectura engancha, se lee muy bien y realmente mejora el interés conforme va avanzando. Es una novela con mucha fuerza, hay que leerla, y tiene momentos entrañables y graciosos. Muy inteligente. Totalmente recomendable.

Novela intimista y de ritmo lento que indaga en las extrañas conductas que nos provocan el amor y los sentimientos. Me ha gustado por su extremada sencillez, su sutil feminidad, y su elevada calidad. Una buena prueba de que también hay excelente literatura en determinados países que nos son bastante lejanos o ajenos. La autora transmite con su forma de narrar un alto grado de placidez y serenidad, dando forma a una historia tremendamente curiosa y entrañable.

Todo un descubrimiento esta autora.

Se trata de una novela diferente, poco convencional, que a mí me ha gustado, aunque reconozco que quizá no sea para todos los gustos. La protagonista es una mujer de 33 años peculiar, que parece aceptar tranquilamente todo lo que le depara la vida. Tras una curiosa profecía de una vidente, su marido la abandona y ella decide tomarse unas vacaciones de verano en noviembre. Se lanza a un viaje en coche alrededor de la isla (Islandia), en el que también llevará al hijo de una amiga, un niño de 4 años, casi sordo y distinto a la mayoría de niños. El viaje por carretera, con la constante compañía de la lluvia, será también una especie de viaje interior, en el que se intercalará algún recuerdo del pasado. Muchas cosas no se cuentan, hay que deducirlas o suponerlas. La prosa es descriptiva, con interesantes reflexiones, y está narrada en primera persona por la protagonista. Los personajes, a excepción de la mujer y el niño, están poco definidos. El libro consta de capítulos muy cortos y se lee fácilmente. La autora tiene un estilo muy particular que me ha encantado.

Una novela que se saborea a la vez que nos desconcierta. Está narrada en primera persona, en presente y en un tono neutro, aunque a la vez profundamente personal. Una novela tan distinta que necesitas tiempo para que se aposente en ti y la veas en toda su dimensión. No hay casi acción, ni intriga, ni pasa nada importante... y sin embargo me ha tenido enganchada de prinipio a fin. La protagonista tiene treinta y tres años y el mismo día la abandonan su amante y su marido. La profecía de una medium, un premio de lotería, un viaje por Islandia y un niño de cuatro años sordo y casi ciego son los elementos vertebradores de la historia. Conoceremos un paisaje blanco y negro, tundras y ovejas, meses de lluvia interminables: Islandia. A la vez nos adentraremos, como la misma protagonista, en las profundidades de su alma. Es una narración lineal pero a menudo, y sin previo aviso, la mente vaga hacia el pasado, hacia su infancia frecuentemente, intercalando pequeñas anécdotas que la marcaron. Se tratan temas como la amistad, la maternidad, la ternura y el amor en sus diversas facetas. La protagonista tiene unas reacciones, analizadas desde nuestro punto de vista, totalmente inauditas. Es decir, reacciona ante las adversidades y ante las maravillosas sopresas de la vida con una plácida aceptación, sin una exclamación ni un solo comentario de pena o gozo. Y esa forma de aceptar las cosas, junto a formas de actuar poco usuales, le da en ocasiones un tono humorístico al relato. Los dos personajes principales (quizás tres) aparecen muy bien caracterizados, sin embargo los numerosos secundarios están a penas perfilados. Una novela insólita y original, con una protagonista distinta y una lectura metafórica. Muy recomendable sólo para determinado tipo de lector.