Acostumbrado a la soledad, el silencio y a no dar explicaciones de sus actos, tener que hacerse cargo de una joven humana no entraba en los planes de Orión, pero cuando la vida de la chica corrió peligro y su mundo se hundió en la oscuridad, supo que jamás podría abandonarla. Ella se convirtió en una parte de su vida, una constante que lo atraía poderosamente y le hacía recordar un pasado que llevaba mucho tiempo enterrado.Índigo había aprendido por el camino difícil a sobrevivir, su infancia se vio truncada drásticamente en un atentado que le costó la vida a su familia y su propia visión. Ahora vivía en un mundo de tinieblas, cuya única luz la aportaba un frío y letal Arconte capaz de poner su existencia patas arriba. Orión formaba parte de su presente de un modo que ni siquiera él imaginaba, pero sería su pasado quien los obligase a unirse en un frente común o perder para siempre lo que tanto anhelaban.