En primer lugar, me gustaría decir que mi crítica sobre el libro seguramente esté influenciada en que he tardado mucho tiempo en leerlo, lo empecé a finales de febrero hasta ayer (junio), dejándolo entre medio por falta de tiempo.
Una vez esto, bueno… le tenía ganas y las ganas con el paso de las páginas de fue difuminando. Si, es un clásico de la ciencia ficción y como muchos dicen, de un “grande” como Heinlein, pero la historia, el trasfondo, los personajes y todo en sí me han parecido carentes de interés. Y mira que (creo) que me gusta la ciencia ficción e incluso la política.
Empieza de una forma prometedora, con la gran idea del ordenador con conciencia, Mike, planteando cuestiones interesantes; suponiendo esta parte de la inteligencia artificial un punto positivo para el visionario de Heinlein. Con los personajes de Mannie, el profesor y de Wyoh planeando una revolución. ¿Pero era necesaria esa revolución? ¿Vivian oprimidos por un gobierno dictatorial y opresor? ¿Realmente, qué sentido tenía iniciar la revolución? ¿Únicamente por el hecho de poder revelarse contra la autoridad?
Sin embargo, todo parecía demasiado “fácil”, y esto es lo que me “mosqueó” un poco, dejar todo el peso de la revolución a Mike. La supermáquina con conciencia, el niño travieso que va aprendiendo de los humanos, el que controlaba todos los factores de la revolución. Omnipotente y omnipresente. Así, ¿quién no ganaría una revolución, incluso cuando las probabilidades de ganarlas fuesen tan escasas?.
Respecto al resto de personajes, nos encontramos al profesor (el maestro anarquista), a la inteligente pero hermosa Wyoh (la revolucionaria activa, relegada a segundo plano por los personajes masculinos, cuando podría ejercer un buen rol y más importancia en la historia. ¿Encontramos aquí a un Heinlein machista? Hmmm…) Y por último al personaje principal, Mannie (el ¿chico-Heinlein?).
Me parece curioso, cuanto menos, el estilo de vida o la cultura de estos lunares, tan dispar y diferente a los terrestres. Un sistema carente de gobierno, de policía, ¿de justicia?, con una unidad-“comunidad” familiar, dónde existe la poliandria, la familia lineal, etc. Heinlein también recalca y hace hincapié en aspectos, para mi interesantes como la cuestión de la baja gravedad, la economía, los hábitats lunares, la importancia de la comunicación (ya en esa época), etc.
Resumiendo, luna es una colonia penal en virtud de régimen ¿“totalitario”? que con la ayuda de Mike, se inicia una revolución. Esta “guerra” posee ecos de la guerra de independencia colonial de los EE.UU. del 4 de Julio, pero también de la revolución rusa y del colonialismo de Gran Bretaña. Se plantean discusiones sobre ideales políticos y estructuras gubernamentales, pero los personajes carecen de simpatía, empatía e incluso de pasión.
Panfleto político (¿aunque es esto una hándicap? eso depende de ti), defensa del liberalismo, ruptura de las convenciones tradicionales familiares, triunvirato y por supuesto, Mike. Así pues, personalmente, no me parece una historia de las más memorables, la vejez no le ha sentado bien.
"¡NEEAG!" (¡no existe almuerzo gratis!)
hace 8 años
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