No tiene mucha calidad, pero se lee fácil y distrae. Como dice Laureta, los saltos en el tiempo no están muy bien controlados. Aún así, es ameno de leer.
hace 3 meses
Brígida y Justino viven en El Espejuelo, un pueblo de la Mancha, junto con sus dos hijos adolescentes: Carlos y Francisca. Mientras Justino le enseña a Carlos el oficio de alfarero para que le ayude en el tejar, Francisca se rebela, abandona a su familia y huye a la ciudad donde encuentra un trabajo en un hotel del puerto. Pero las cosas distan mucho de salir como esperaba cuando el dueño, un hombre casado y con hijos, se fija en ella. A través de las vidas de Francisca, Carlos, Justino y Brígida a lo largo de los años, el lector es testigo de una emotiva y apasionada historia sobre las consecuencias de nuestros actos y el sacrificio necesario para alcanzar los propios deseos.
No tiene mucha calidad, pero se lee fácil y distrae. Como dice Laureta, los saltos en el tiempo no están muy bien controlados. Aún así, es ameno de leer.
hace 3 mesesTibio, soso, lánguido, plano... Para ponderar, como es debido, la aspereza del mundo rural; ya tenemos al maestro Delibes o la sólida prosa de Julio Llamazares. No cala, no prende, no llama. Se queda en una pírrica superficie. Perales podrá ser un excelente letrista y compositor de canciones, pero para escribir buenas novelas se necesita más constancia y mucho más desgarro. No vale sólo con asomarse, sino que hay que mojarse y tirarse al barro como el que amasan en el alfar sus hieráticos personajes.
hace 7 añosEl libro narra una bonita historia, pero muy por encima. No profundiza en la historia, lo que hace que los saltos de tiempo sean bastante exagerados. A veces da la sensación de que los tiempos no cuadran. Para pasar un buen rato sin más
hace 7 años