La protagonista de Jóvenes y guapos hace muchas cosas por primera vez. Se matricula en la universidad, empieza a trabajar en una compañía de animación, se va de gira con una obra de teatro amateur, prepara una tortilla de patata y acude al entierro de su abuelo en un tren nocturno. Los relatos de Jóvenes y guapos cuentan una historia de aprendizaje. mientras viaja a Orense, Lisboa o Jaca, la narradora –que tiene muchas cosas en común con el personaje de París tres, el primer libro de Aloma Rodríguez–, observa la fragilidad, los secretos y las contradicciones de los demás. Y sobre todo descubre cosas de sí misma: se convierte en vértice de un triángulo amoroso, discute con gente que admira y constata el valor de la alegría, el juego y el sexo.