¿Puede la búsqueda del bien común y el conocimiento, generar una de las más horribles masacres de la historia de la humanidad? ¿Cómo pudo introducirse y calar en la sociedad alemana previa a la Segunda Guerra Mundial, ese germen de iniquidad que buscaba crear el modelo de hombre ideal y genéticamente puro? Esta novela intenta clarificar cómo los movimientos sociales, filosóficos y científicos posteriores a la República de Weimar, degeneraron en la formación del ideario más monstruoso y aberrante que se haya producido, no ya en época moderna, si no en toda la historia de la humanidad.
De la mano del soldado americano con raíces alemanas, Michael Hansen, recorremos una Alemania desolada y agónica, que no puede ocultar su vergüenza ante los hechos acontecidos tras sus fronteras, tras una humillante derrota a la que seguiría una ocupación aliada, a la que prestaría una pleitesía rayana con el servilismo, con el fin de purgar ante los ojos de los vencedores, todas las atrocidades cometidas bajo la sombra de la esvástica.
Hansen es enviado con la misión de investigar la implicación de un doctor y catedrático en el desarrollo de las teorías eugenésicas que derivarían en las prácticas que tuvieron lugar en los campos de concentración, y cuyo fin, no solo era el de suprimir al pueblo judío, si no también la de aniquilar a todo grupo de población considerado débil o degenerado: Gitanos, homosexuales, discapacitados físicos y mentales, etc. Mediante las entrevistas realizadas por el soldado a un colaborador cercano a dicho doctor, descubriremos que el origen de toda esta espiral de degradación y locura es la búsqueda de Icaria, un país utópico surgido a la sombra de la ilustración, donde todos los hombres son felices, trabajadores, hermosos, sanos e inquietantemente perfectos; seres cuasi mitológicos, que conviven armónicamente en una sociedad donde no existe la enfermedad ni la pobreza. Teniendo como ideal esta fantasía, poco a poco se irán construyendo los cimientos de lo que será ese pensamiento totalitario, en el que no tiene cabida el diferente, al que se considera un elemento desequilibrante y un peligroso enemigo del estado de bienestar. Bajo esta premisa, y valiéndose de una campaña de propaganda inusitada, el Tercer Reich inculcó en el pueblo alemán, el miedo hacia todo aquello que pudiera desequilibrar el statu quo creado, en pos de una patria alemana ilusoria e idealizada, poblada de individuos perfectos, moral y genéticamente. Todo esto, bajo la autoindulgente actitud de una sociedad que apartaba la mirada y negaba la barbarie empleada para conseguir estos objetivos.
El planteamiento de la novela es interesante y esclarecedor, desarrollándose en dos planos: el que nos explica todo la génesis ideológica, política y social que apuntaló las bases de lo que posteriormente derivó de la Alemania nazi; y una descripción fiel y descarnada de la sociedad de la postguerra, con sus miserias y claroscuros, que sirve de contrapunto a la exposición de la parte más intelectual del texto, que a veces, tiende a resultar un tanto farragosa y fría en su desarrollo; sin embargo, si valoramos sus virtudes de forma objetiva, concluiremos en que, si bien, su ritmo y fluidez quedan a veces realentizadas por la profusión de información, nos encontramos ante una narración necesaria y muy recomendable para todos aquellos que quieran ahondar en uno de los periodos más terribles de nuestra historia contemporánea. (José María Durán, 13 de febrero de 2023)