Alastair Bonnett escribe sobre 48 lugares fuera del mapa. Una oda a la peculiaridad de un lugar frente a un mundo globalizado. A lo inesperado en un planeta mapeado (y por tanto explicado) por las nuevas grandes corporaciones. A las fronteras difusas y las fantasías reales. A la idea de que ni el hombre actual lo sabe todo ni todo está descubierto y conquistado. Al territorio como fábrica de nuestras vidas, donde construimos nuestra identidad y memoria.