Después de la campaña de Polonia, en septiembre de 1939, siguió un período denominado por los ingleses, "Phoney War", ya que pese a la situación de guerra, la actividad bélica en el frente occidental era mínima. Los alemanes tenían sus propios planes para la península escandinava, especialmente Noruega. Hitler decidió el 3 de marzo de 1940 que Weserübung Nord, la invasión de Noruega, debería tener lugar antes del ataque a los Países Bajos y a Francia. Pero no sólo los alemanes iban a atacar Noruega: el despliegue británico para la operación comenzó antes, incluso, que el alemán. El gobierno noruego, permanecía, mientras tanto, indeciso sin atreverse a una movilización general, pese a todos los indicios de un ataque inminente.