La plácida existencia de Paddy y Kit Gladney en el pequeño pueblo irlandés donde viven se viene abajo una mañana de 1973 cuando su única hija desaparece repentinamente. La joven Moll, tímida y sosegada, cogió el primer autobús a Nenagh y luego el tren a Dublín; eso es todo lo que sus padres logran averiguar. Cinco años después de esa aciaga mañana, la llegada de un extranjero a la casa de los Gladney no hace sino añadir preguntas a los motivos de Moll para huir.