Resumen

Estrella Roja (1908) es una delirante fantasía utópica en la que un viaje a Marte se convierte en una alegoría sobre la creación de un estado soviético. Repleto de ingenios mecánicos como el video-teléfono, las góndolas voladoras, y por supuesto el viaje interplanetario, la novela antecede en el tiempo la automatización de la producción e incluso la fusión atómica. Siguiendo la estela de las novelas clásicas de ciencia ficción de principios de siglo, Estrella Roja no desdeña al mejor Julio Verne y se trata, como en el caso del escritor francés, de un maravilloso ejemplo del fenómeno literario recientemente bautizado como “steam-punk inconsciente”.

1 Críticas de los lectores

6

Me ha sorprendido esta historia de ciencia ficción. No solo por sus vaticinios tecnológicos, sino también por su idea literaria, tan maravillosamente imposible encuadrada dentro de la ahora llamada "ficción utópica". Aunque también debo aclarar que en la tapa del libro, editado por Nevsky Prospect aparece el término "steampunk", ahora rama de la Ciencia Ficción que encuadra historias donde la acción se desarrolla en una época similar a la Inglesa Victoriana y el auge de la maquinaria a vapor. Un terreno demasiado romántico para insertar efectos tecnológicos pero que funciona a la hora de contar historias fantásticas, similares a las del gran visionario Julio Verne. Aquí, Bogdanov nos invita a acompañar en su periplo interestelar, al protagonista Lenni, un revolucionario ruso que es "secuestrado" por los marcianos con el objetivo que presencie "in situ" la realidad de un socialismo comunista en Marte. No quiero entrar en detalles de cómo funcionaba dicha utopía política en el planeta rojo, ya que como lector me bastó la certeza de creer que solo podría ser realizable con seres extraterrestres, puesto que la práctica de dicha fórmula política ha fracasado en nuestro planeta. Un detalle interesante sobre la idea de igualdad socialista podría ser que los marcianos no utilizan el género masculino o femenino, sino que se refieren al mismo,en tanto y en cuanto el sustantivo esté vivo o muerto. Además me ha parecido fabulosa la visión de este escritor de 1908, ya que en la obra también habla visionariamente de la energía atómica, los hologramas, la anti-materia, el teléfono móvil... ¡vamos solo le faltó nombrar Internet y, por poco no termina describiendo el siglo XXI! Y estos comunistas de Marte, puestos a comparar, no son los marcianos de Bradbury llenos de espíritu y alma, tampoco los gracioso seres verdes de la novela de Fredric Brown "¡Marciano, Go Home!" porque estos marcianos están repletos de ideales y persiguen la felicidad materialista por medio de un sistema social donde a ellos le ha funcionado perfectamente y he aquí el deseo que tienen por exportarlo a la Tierra.

hace 9 años