En 2002, Peter Carey, ganador del premio Booker en dos ocasiones, viajó a Japón acompañado de Charley, su hijo de doce años, en una suerte de peregrinaje. En este libro, Peter Carey traza las coordenadas de aquel viaje, inspirado por la pasión de Charley por el manga y el anime, y analiza sus conclusiones sobre Japón. Aunque inquietantes y gráficamente violentas, ambas manifestaciones artísticas están inherentemente relacionadas con la larga historia y el rico legado de Japón y atraen un interés popular e intergeneracional. Guiados por Takashi, un adolescente japonés que muestra una extraña mezcla de generosidad y burla, padre e hijo buscan, a veces con consecuencias grotescas, los enigmas y significados ocultos de esas formas artísticas en un intento por entenderlas mejor y así acercarse a lo que ellos llaman "el Japón real".