El escritor usa la técnica de la narrativa incrustada para introducirnos en la vida de Nejiko y convertirla en una interesante biografía novelada. De esta forma nos cuenta la historia de la violinista japonesa más famosa del siglo XX que en su adolescencia viajó a Europa, en plena segunda guerra mundial, para perfeccionar su técnica donde recibió un violín Stradivarius del mismísimo ministro de educación y propaganda de Hitler como símbolo de unión entre dos potencias mundiales como eran Japón y Alemania. Sobre Nejiko cae la gran responsabilidad de conservarlo intacto, pero aun así no es capaz de tocar el violín y sentir que fluye con él tanto como le gustaría, cuando toca siente que el violín la bloquea. Quizás sea porque perteneció a un músico judío asesinado a manos de los nazis. Parece ser que los violines tienen alma y memoria; sus dueños proyectan en ellos sus sentimientos; por eso Nejiko debe conocer quiénes fueron los anteriores dueños del Stradivarius y vivirá toda su vida obsesionada con llegar a conectar con el violín.
Cuando termina la guerra Nejiko es encarcelada en Estados Unidos durante un tiempo y al salir sufre una depresión que dura 15 años y por la que deja de tocar el violín. Solo es en 1951 que vuelve a tocarlo, pero esta vez interpretando una canción del famoso Mendelssohn el músico judío. Yoann nos muestra a través de la vida de Nejiko y con un magnífico rigor histórico una parte de la historia de la segunda Guerra mundial que poco conocemos como es el expolio artístico y la manipulación de la música que hubo a manos del ministro Goebbles para eliminar a los judíos de la cultura musical. Una historia fascinante, muy dolorosa en algunos momentos, pero necesaria para aprender del pasado. Fantástico trabajo de investigación el que ha hecho el autor recabando información durante 3 largos años viajando por Japón, Alemania y Francia visitando archivos y entrevistando a gente para construir esta magnífica biografía novelada. (Rocío Molina, 25 de enero de 2023)