Como hiciera Azorín a comienzos del siglo XX, en estas páginas Julio Llamazares recrea uno de los grandes viajes de la ficción: el de don Quijote por la geografía española. La ruta literaria se inicia en Madrid, llega hasta Sierra Morena, se detiene en La Mancha y Zaragoza, y concluye en la playa de Barcelona, donde el caballero andante se enfrentó al de la Blanca Luna.
Pertrechado con cuadernos, libros y lápices, el autor recorre una ruta que le revela unos contrastes no por sabidos menos prodigiosos: las hamburgueserías comparten espacio con antiguas ventas, aparecen nuevos tipos humanos y la geografía se presenta en algunos puntos idéntica a la que vería el hidalgo manchego, pero en otros radicalmente transformada.
Trazando un recorrido que le lleva y le devuelve una y otra vez de la novela de Cervantes al imaginario de las gentes que encuentra en su camino -y en algunos trayectos también al texto de Azorín-, Llamazares conforma un libro de andanzas quijotescas del siglo XXI, pleno de anécdotas y de humor, narrado con la maestría y la admiración por la obra cervantina que caracterizan su literatura.
«El viaje me llevará por medio país y, como don Quijote, lo haré de tres veces. Mientras la noche llega salgo del pueblo y subo a los tres molinos que desde una colina dominan el antiguo puerto y, a un lado y a otro de él, la ondulada tierra de Toledo y la llanura inmensa de la Mancha, por la que caminaré mañana.»