En la época de Mehmet Alí, Egipto todavía formaba parte del Imperio otomano. Con el fin de la ocupación napoleónica, este militar y comerciante albanés alcanzó el poder y tuvo que ganarse la confianza de los egipcios, que repudiaban su carácter despótico. Pero, entre otros logros, bajo su mandato se reorganizó la agricultura, se modernizó la industria, se abrieron escuelas y hospitales y se formó la armada más pujante de Oriente.