No hay mucho que decir de estos escritores que ya son clásicos. Solo que si no has leído nada de Bioy Casares pruébalo, vale la pena. Si ya has leído algo y te gustó, no dudes en leer esta novela porque es Bioy en estado puro. Es una novela deliciosa de principio a fin, algo difícil de leer en algún pasaje por los modismos y algunas expresiones (supongo que porteñas). Al principio no encuentras mucho sentido en el intento del protagonista por saber qué paso en aquel carnaval de 1927; esa búsqueda pierde intensidad en el medio de la novela porque los relatos parece que ya no tienen relación, pero en la parte final todo se completa y cobra sentido, curiosamente cuando el relato se torna más fantástico.
hace 10 años