A través de la mirada de un niño, el autor nos desvela la fuerza y el alcance de una de las épocas más convulsas de la historia de China más reciente, la Revolución Cultural. Ding combina crudas descripciones de la penosa situación de los campesinos con referencias históricas, apuntes de las creencias religiosas de los más humildes y con elementos de su propia biografía.