La intriga unas veces, y el terror otras, nos atraen sin remedio a través de la prosa limpia y ágil de la gran Joyce Carol Oates. En «El señor de las muñecas» un joven cuenta en primera persona su afición a las muñecas desde pequeño. Según van pasando los años, colecciona muñecas que encuentra en la calle. De repente el lector empieza a sentir una extraña incomodidad. En «Soldado» el acusado de un crimen racista, al que odia todo el país, afirma que sencillamente se defendió cuando una pandilla de adolescentes intentó atracarlo. Poco a poco vamos descubriendo lo que realmente sucedió. En «Accidente por arma de fuego. Una investigación», Harma, que tiene catorce años, recibe el encargo de su profesora preferida de cuidar su casa en la zona más elegante de la ciudad mientras ella está ausente. Pronto recibirá una visita. En «Ecuatorial», un matrimonio mayor emprende un viaje científico por las islas Galápagos. Una noche Henry convencerá a Audrey de que le acompañe a una de las cubiertas del barco. En «Mamaíta», Violet no se lleva bien con su madre, y pronto entabla amistad con Rita Mae Clovis, una compañera del colegio. Un día la familia de su amiga le mostrará a Violet su gran secreto. En «Misterios S. A.», el asesino se hace pasar por un cliente interesado en ediciones raras, y nos cuenta su entrevista con Aaron Neuhaus, el dueño de la librería, al que le ofrece unos bombones en los que ha inyectado una extraña sustancia.