En lo general es una novela bien escrita donde incluye sus matices de intriga por los tormentos que pasa un psicoanalista debido a un error cometido hace mucho tiempo y tiene que enfrentarse a un sinfín de pruebas ciertamente extrañas como intercambiar mensajes a través de periódicos. Sin embargo, si me dirigiera a lo más particular habrían varios peros, es decir, no es lo suficientemente buena novela de thriller como para aferrarse con tensión a la silla y leer cosas poco previstas, porque está claro que hay cosas que prometen ser increíbles pero la forma de narrarlas crea un efecto contrario que te hace sentir como si era algo que ya esperabas desde hace rato.
Los personajes como Virgil y Merlin son muy significativos, empezando porque están basados en obras como "La Divina Comedia", aunque eso implica un robo a la fuerza del personaje misterioso, ese va perdiendo su maestría y su frialdad y deja de actuar de manera súbita creándose de esa forma un cierto paréntesis para enfocarse a un hombre que para resolver el misterio debe buscar alternativas con tal de que su enemigo le pierda el rastro.
Los elementos no están bien desarrollados a pesar de ser existentes, pues no falta nada en esta novela pero su forma de trabajarlas no ha sido ideal como lo realizó con "El Profesor", una novela escrita por el mismo autor donde narra acerca de un secuestro que involucraba al fatal tráfico sexual donde las muchachas eran filmadas en un cuarto para ser transmitidas a una red pornográfica contratada por hombres obsesionados con el cine de adultos.
En esta novela de suspenso no hay clímax o por lo menos emociones intensas. Es de esas novelas negras donde sigue sin encontrar su magia aunque esté al alcance. Ocurren momentos que parecen resolverse con mucha rapidez y otras con más lentitud aunque es de elogiar todo el procedimiento de rastreo por parte del protagonista, el psicoanalista, para dar con el verdadero sospechoso, Podremos ver de una forma ágil el cómo lleva a cabo esos descubrimientos ya sea a través de periódicos o de archivos resguardados en hospitales y en psiquiátricos.
Considero que habría sido más importante enfocarse en el mismo protagonista y en su enemigo haciendo ataques durísimos a su psique para trastornarlo y provocar su inevitable suicidio. Faltó más dureza, más severidad y emociones que causen desesperación y obnubilación, estados críticos que sufren los enfermos mentales. Lo que parecía ser un juego a la mente del psiconalista resultó ser un misterio más, una historia más de policías y criminales que no ofrece algo novedoso. Es un caso donde cualquier persona podría resolverlo con cierta agudeza mental como un policía, pero habría sido excelente atacar más la psique del doctor Stark.
Aquí lo que Katzenbach debió vigilar con mayor atención fue al doctor, su mundo del psicoanálisis y por supuesto, el mismo acechador, pues es notablemente superficial en esta área de las enfermedades mentales. En la obra antes mencionada es mucho más perspicaz y más recomendable que esta novela de acertijos misteriosos aunque eso no implica decir que es mala novela, porque realmente no lo es, simplemente es un reflejo de no haber aprovechado adecuadamente los elementos que se tenían en la mano.
hace 5 años
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