Hirasaka regenta un estudio de fotografía en el más allá. Antes de que sus «invitados» abandonen ese lugar de paso, él les da una taza de té y una pila de fotos de su historia para que escojan una por cada año que han vivido antes de partir en su último viaje.
Además, tienen la oportunidad de viajar al pasado como fantasmas para capturar un momento especial. Hecho esto, Hirasaka coloca las imágenes en un proyector para que su invitado pueda contemplar una vez más sus recuerdos.
Así conocemos a Hatsue, una anciana que en 1949 fundó su propia guardería entre las ruinas del Tokio de posguerra; a Waniguchi, un hombre que trabajaba en un taller tapadera de la yakuza; o a Mitsuru, una joven que sufrió un trágico final y que hallará en el estudio de Hirasaka la clave para cambiar el rumbo de su existencia.
Sin embargo, mientras lleva a cabo su trabajo, Hirasaka se ve asediado para una pregunta cuya respuesta se le escapa: ¿dónde están sus propios recuerdos?