Estocolmo, diciembre de 1999. Madame Zoia, la enigmática pintora sobre oro, ha muerto. Ultima superviviente de la corte de los Romanov, deja atrás una casa llena de pinturas, una colección de correspondencia privada y un misterio. Marcus Elliot, un marchante de arte caído en desgracia, viaja hasta Suecia para escribir el catálogo que acompañará la subasta de su obra. Para ello, comienza a revisar las cartas de Zoia y pronto sospecha que algo no encaja, La dorada serenidad de las pinturas de la bella aristócrata no refleja nada sobre su intensa vida privada: una huida dramática de la Rusia postrevolucionaria, una vocación artística que la llevó a conocer a fondo el París de la bohemia y los excesos, y una extraordinaria habilidad para fascinar a los hombres.