"Tarod, Tarod, Tarod..." Una voz desconocida pronuncia este nombre martilleando sin cesar el cerebro del joven que no sabe como se llama ni por qué ha sido engendrado. El muchacho lo adopta como su nombre. Tarod reside en un fastuoso castillo. Situado en la península de la Estrella, donde habitan los sumos sacerdotes de Aeoris, dios del bien, dios del orden, y es instruido en las artes arcanas, convirtiéndose en uno de los hechiceros de mayor rango. Es el iniciado. Pero un día la voz se materializa en una forma humana de espíritu demoniaco. Es Yandros, personificación del mal. Por él sabe el iniciado que ha sido designado para volver a introducir el caos en el mundo.