El litoral de los pantanos de Louisiana está plagado de cosas naufragadas. Hay serpientes, perros incendiados, ratas, restos de civilizaciones indias, madera a la deriva, fosas vacías, niños con branquias, casas sobre pilotes carcomidos, barcas con nombres de mujeres que se marcharon hace tiempo, árboles que se derrumban, disparos en la espesura, cadáveres arrastrados por la corriente, chatarra oxidada y gente que se va a pique. Estas son sus historias. Así se ama y así se sangra en las marismas. Mark Richard bucea en las vidas de los golfos y los marginados para mostrarnos la humanidad soterrada de los habitantes de los pantanos. La otra cara de lo que alguien sin escrúpulos llamó en su día «El Gran Sueño Americano».