Este libro de 300 páginas me llamó la atención en la tienda por el título y la portada, pero como la sinopsis apenas aclaraba nada, leí las primeras páginas y la cosa se puso más que interesante. Augusto Cons es un administrativo en paro, anda mal de dinero y busca trabajo, hasta que ve un anuncio en el que un escritor paga por una buena historia. En efecto, se trata de Eliseo Valera, un anciano que le ofrece cinco mil pesetas al día a cambio de que venga a casa a contarle una historia y si alguna le gusta la utilizará para escribir la gran novela del siglo XXI. Mientras llega esa ansiada historia, también lo contrata como secretario para mecanografiar un guión de un serial televisivo para una compañía americana, por supuesto doblándole el sueldo. Mientras Ernesto no da crédito de ver como crecen sus ahorros, lleva una frenética actividad buscando historias que le puedan gustar a su jefe, a la vez que sigue sus dictados en el ordenador dando forma al culebrón de la familia Villanueva en su rancho de Monterrey, México. Y todo siempre amenizado con unos buenos buchecitos de mezcal, con gusano incluido. Así se entabla una gran amistad entre los dos hombres durante esas tardes literarias, pero lo que Augusto no sospecha es que tiene delante de sus ojos la gran novela del siglo.
hace 5 años