Dicen que las naciones que no recuerdan su historia están condenadas a repetirla. ¿Acontece lo mismo en las familias?Los Betancourt parecen demostrar que esta afirmación es cierta.Conoceremos parte de la geografía y de la historia reciente de Cuba de la mano de esta familia de la élite social y política, cuya defensa de sus valores: anhelo de libertad, honradez, sentido de la justicia… les ocasionó graves y dolorosas pérdidas.Lois recorrerá diferentes escenarios: La Habana burguesa, alegre y despreocupada de los años 50; Trinidad y sus ingenios, las incursiones de los guerrilleros de Sierra Maestra que culminarán con la caída de Batista y la triunfal entrada de Fidel en la capital así como la posterior evolución de su gobierno y de la sociedad cubana.Yara, hija de Lois, vivirá la crisis de los balseros, las penurias del «Periodo especial» en Cojímar… Estos hechos la llevarán a tomar una decisión jamás pensada, huir de su país y abandonar a su familia.La partida de Yara originará graves conflictos a Lois, quien, durante un largo periodo se sentirá incapaz de perdonarla.Yara, pasará unos meses en Madrid en los que sufrirá el desarraigo del exiliado. Más tarde se instalará en Barcelona, ciudad que por su proximidad al mar siente más cercana a La Habana. Allí intentará encauzar su vida y restañar las heridas del pasado.A pesar de que ficción y realidad puedan confundirse en ocasiones, todos los personajes de esta novela, exceptuando los históricos, son ficticios.