El gato que regalaba sonrisas es la tercera entrega de la saga protagonizada por Alfie, el encantador gato de Edgar Road. Por si no los habéis leído, los dos libros anteriores son El gato que curaba corazones y El gato que enseñaba a ser feliz.
La historia comienza con Alfie disfrutando unas bonitas vacaciones en el campo junto a su amada Snowball, una preciosa gata blanca. Tras mil y una aventuras, vuelven a casa y llegan las malas noticias: la familia de Snowball se marcha del barrio.
Alfie deberá lidiar con su corazón roto, ayudar a sus familias que no están pasando por un buen momento, hacerse cargo de un pequeño gatito al que deberá educar para que llegue a ser un gran felino y resolver el misterio de los mininos desparecidos.
Para enfrentarse a tantos frentes abiertos, Alfie contará no solo con la inestimable ayuda de su amiga Tiger, sino del resto de gatos del barrio y de Dustbin, el sabio gato que siempre tiene buenos consejos para nuestro peludo favorito.
Una novela entrañable que nos habla de la soledad, de lo complicadas que son las separaciones cuando hay niños de por medio, de las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral y de lo duro que es educar un niño. Todo se vuelve un peligro porque para los niños o cachorros todo es un juego.
Alfie, con la ayuda de sus amigos, y entre siesta y siesta, encontrará soluciones a cada uno de los problemas. Pero, sobre todo, demostrará que entiende mejor que nadie tanto el alma humana como la gatuna. A veces sólo necesitamos un abrazo o que alguien nos escuche para ver la vida de otra manera.
Una historia sencilla y emotiva que terminas con una gran sonrisa. (Ana García, 11 de julio de 2019)