El gato que compartía su alegría, de Rachel Wells, es la cuarta entrega de la saga protagonizada por Alfie, un gato simpático y encantador al que le encanta ayudar a sus amigos humanos y felinos.
En esta ocasión, Alfie cuenta con un nuevo compañero: George, un gatito tan cariñoso como travieso. Ambos se embarcarán en una gran aventura: viajar junto a Claire y el resto de sus familias a Devon para rehabilitar la casa que Claire ha heredado de sus padres.
Claire ha decidido compartir la propiedad con sus dos amigas a cambio de que la ayuden a pagar la reforma que necesita la casa. De ese modo podrá conservar la casa en la que pasó los veranos de su infancia y atesorar nuevos recuerdos junto a Jonathan, sus hijos y sus queridos gatos.
Una novela sencilla en la que una vez más, Alfie nos muestra su gran maestría para percibir las emociones humanas y ayudarles a resolver sus problemas. También su gran corazón al cuidar del pequeño George, que no para de meterse en algún que otro lío.
Ha sido divertido volver a reencontrarse con Alfie y sus familias. Especialmente ver como los niños han dejado atrás sus problemas y, al igual que sus padres, han formado una pandilla que se enfrenta unida a los problemas.
Una lectura “feel good” ideal para desconectar del mundo que terminas con un gran sonrisa y ganas de abrazar a tu gato. (Ana García, 8 de enero de 2024)
hace 11 meses