Cuando Daisy regresa a Lovett (Texas), se da cuenta de que todo sigue igual... Y de que Jackson, el chico malo con el que cortó, sigue siendo tan sexy como antes. Daisy desearía evitar cualquier contacto con él, pero necesita contarle algo... Sin embargo Jackson no quiere saber nada de esa mujer que le persigue por todas partes. Besarla sería quizás el único modo de sellarle la boca, pero también supondría la derrota definitiva...