Palacio Valdés, autor de una prosa llamativamente espontánea, fue considerado un "clásico vivo" por Azorín. Su muerte en plena guerra civil es quizá una de las causas de su olvido. Convencido de la bondad intrínseca del ser humano y escéptico ante la política y el Estado, la lectura de su obra resulta hoy imprescindible para entender el espíritu de una España culta y cordial que, como Palacio Valdés, ha quedado en el olvido.