Un gran clásico que no resulta difícil de leer si bien es denso en algunos pasajes, especialmente al principio. Una vez cometido el crimen, la acción se estanca y empiezan a entrar en juego otros personajes cuyas historias no siempre tienen el mismo interés que la trama principal. En los últimos capítulos, la narración coge más ritmo aunque sin grandes sorpresas. En cuanto al personaje, no puedo menos que señalar cierta contradicción: vive cargado de culpa y, sin embargo, no se arrepiente; planea el asesinato, lo justifica racionalmente y luego es incapaz de vivir con ello, hasta enloquecer; confiesa y niega alternativamente... Más coherencia Rodión Románovich! :)
hace 8 años